Ya lo dijo el viceprimer ministro Alejandro Gil, el 2021 es un año de profundas transformaciones para un ordenamiento y liberación de las fuerzas productivas, quitar trabas, incentivar la responsabilidad social de los actores económicos y aprovechar todo el potencial de la nación.
A principios de junio el Consejo de Ministros aprobó el perfeccionamiento de los actores de la economía cubana, lo cual incluye a la empresa estatal socialista, a las cooperativas no agropecuarias, a las micro, pequeñas y medianas entidades —conocidas como Mipymes— y al trabajo por cuenta propia (privado).
En el caso de las Mipymes, que se encuentran en fase de diseño y elaboración de su base jurídica, serán entidades ajustadas a las características de la economía cubana bajo formato estatal y privado con un mismo modelo de gestión, aunque con diferencias tributarias y jurídicas.
En varias oportunidades la máxima dirección del país ha llamado a estremecer a la empresa estatal socialista, para lo cual se abren oportunidades y se descentralizan facultades como la posibilidad de acceder a divisas a partir de sus resultados, autogestión, competencia, innovación y encadenamiento con sectores claves.
Al respecto existían 15 medidas aprobadas e implementadas que otorgan más facilidades a esta forma de gestión para negociar, buscar soluciones y crear alianzas, a las que esta semana se sumaron otras dos que permitirán seguir transformando a la empresa estatal socialista.
Según explicó Gil en una intervención televisiva, una elimina la obligación de utilizar la escala salarial para el pago del salario en las empresas estatales, y la otra se refiere a cómo funcionará una Mipymes en el sector estatal en cuanto a su estructura jurídica y relación con su dueño, que en este caso es el Estado representado por una persona jurídica.
La primera, ‘de la cual no se tienen antecedentes’, dijo, es una medida de gran calado, de profundidad, que dota de mayor autonomía y responsabilidad a la dirección de la empresa estatal, a partir del fondo salarial establecido.
No se trata de algo improvisado, sino que ha sido analizado con la academia y evaluados los riegos, y se prevé ‘que tenga un impacto muy favorable en el sector estatal empresarial, y debemos ir poco a poco’, acotó.
Las experiencias iniciales deberán ser en entidades que tengan una contabilidad, organización, desarrollo en la gestión de los recursos humanos y control interno adecuados, que permitan ir probando su efectividad y luego generalizarlas al resto de la economía hasta llegar a todas las empresas estatales, explicó el también ministro de Economía y Planificación.
Todo ello bajo el principio de que ‘se gana más mientras más riqueza se crea, más eficiente se es y mientras más se aporte al Estado, con un patrón de razonabilidad y sentido económico’.
No será una varita mágica, pues, como explicó Gil, ‘riesgos existen, los tenemos que administrar, porque estremecer la empresa estatal es hacer cosas diferentes y que tengan un impacto. Confiamos en que esta medida puede dinamizar la empresa y ponerla en mejores condiciones’, significó.
En el caso de las Mipymes en el sector estatal, la propuesta de diseño menciona entre las alternativas para fungir como dueños o socios, a las unidades presupuestadas, empresas u Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial y también a centros científicos y universidades, bajo el concepto de separación de funciones entre la propiedad y la gestión.
A juicio de los especialistas esto posibilitará a esas estructuras alcanzar una mayor capacidad de adaptación y flexibilidad que les permita incorporar resultados de investigaciones científicas y potenciar la innovación.
‘Nuestra concepción de la micro, pequeña y mediana empresa no es de subsistencia, sino una empresa que tenga realmente un alto valor agregado y un potencial profesional. Concebimos el sector estatal bajo estas premisas’, sentenció Gil.
Enfatizó que el Gobierno trabaja desde hace tiempo en estas dos medidas que persiguen aportar a la empresa estatal socialista mayor dinamismo, capacidad, flexibilidad y así avanzar en ese papel predominante que tiene que jugar en el modelo económico cubano.
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