Según el legislador, la oposición intenta que pase el tiempo hasta que llegue el fin del mandato presidencial el próximo año.
‘Lo que ocurre, denunció, es un crimen contra Líbano y su pueblo’, en declaraciones a la emisora Radio de Todo el Líbano.
Aoun aludió así la corriente crisis económica y financiera que hundió a casi 60 por ciento de los libaneses por debajo el umbral de la pobreza, calculado en 3,64 dólares diarios, de acuerdo con el Banco Mundial.
‘Sólo algunos ministros están actuando en calidad de interinos’, añadió.
En su opinión, el primer ministro designado, Najib Miqati, se comporta de manera similar a su antecesor, Saad Hariri, aunque con mayor diplomacia.
Miqati emite declaraciones que reflejan una atmósfera positiva, pero en realidad, acotó, no hay voluntad alguna de instalar una alineación gubernamental.
Por un lado, dijo, su bando alarga el proceso a la espera de las elecciones parlamentarias de 2022 y el otro, aseguró, trata de que no asuma un gabinete, cuya prioridad es erradicar la corrupción y la mala gobernanza.
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