Los objetivos clave del programa son garantizar la estabilidad del sistema energético finlandés, frenar el crecimiento de su precio y, a largo plazo, una reducción general en el nivel de consumo de electricidad en el país.
Para lograr estos objetivos, las autoridades pretenden llevar al menos al 95 por ciento de los hogares finlandeses a utilizar la potencia de forma más económica.
Se debe reducir el consumo de energía, especialmente en las horas pico, indico un comunicado del Consejo de Estado.
De acuerdo con el documento del ente, entre las medidas más efectivas están reducir la temperatura en el local, ahorrar agua caliente y pisar más suavemente el acelerador del coche mientras se conduce.
El borrador fue preparado por varios ministerios, la Oficina del Primer Ministro, la Agencia de Energía de Finlandia, Motiva, la empresa estatal de desarrollo sostenible y el fondo de innovación Sitra.
La campaña cubre tanto a los hogares como a las agencias gubernamentales, empresas y organizaciones.
Según una encuesta de opinión pública publicada en septiembre, nueve de cada 10 finlandeses están tomando actualmente medidas de austeridad.
El desafío con los hidrocarburos en los países del viejo continente se agudizó después del estallido del conflicto bélico en Ucrania.
Varios países occidentales activaron sanciones económicas contra Rusia después de que su Gobierno reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
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