En fase eruptiva desde noviembre de 2022, el coloso de mil 895 metros sobre el nivel del mar se encuentra en proceso de erupciones en progreso, tras varias expulsiones freáticas ocurridas en mayo, explicaron los científicos.
De nivel amarillo advertencia, a nivel naranja precaución pasó la vigilancia al volcán, luego de la seguidilla de erupciones, algunas con plumas compuestas de vapor de agua y material volcánico que superaron los tres mil metros de altura sobre el nivel del cráter.
Actual volcán más activo de Costa Rica, ubicado en la región de Guanacaste, a unos 270 kilómetros al noroeste de San José, el nuevo nivel de alerta corresponde a un cambio en esos eventos que solo en mayo sumaron 58.
Según especialistas, existen posibilidades de que ocurran explosiones o erupciones, emisiones de ceniza o lava, flujos piroclásticos de poca extensión o incremento sustancial de manifestaciones sísmicas, entre otros fenómenos.
La Comisión Nacional de Emergencias declaró el pasado 26 de mayo alerta verde para cuatro comunidades aledañas al volcán: Dos Ríos, Aguas Claras, Cañas Dulces y Curubandé.
Ubicada en la zona del Cinturón de Fuego del Pacífico, Costa Rica presenta gran vulcanismo.
Los más conocidos, el Arenal, tuvo su última erupción en octubre de 2010, el Irazú, en diciembre de 1994, mientras el Poás y el Turrialba lo hicieron el 6 de abril y el 17 de julio, respectivamente.
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