En la sede del legislativo, su presidente, Gustavo Porras, recordó que el 8 de agosto de 1979, hace 44 años, el comandante Daniel Ortega convocó a reintegrarse a sus puestos a los trabajadores de salud despedidos por la dictadura somocista.
Porras destacó la importancia de esta fecha, y señaló que durante la época somocista despidieron aquí al 80 por ciento de los trabajadores del sector sanitario.
Por su parte, el diputado Víctor Treminio afirmó que ser trabajador de la salud en épocas del somocismo no era fácil, pues además de la persecución en los centros asistenciales, lo más difícil era sentir la pobreza y la falta de esperanza de la población que llegaba a esas unidades.
En ese sentido, el parlamentario rememoró que la tasa de muerte materna en ese tiempo era una de las más altas de América Latina y del mundo.
“Era una realidad dura que llevaba a la única conclusión posible, que con la dictadura somocista en el poder no habría soluciones, ni medicinas, acciones preventivas, alimentos, ni condiciones sanitarias, sólo sufrimiento y muerte para el pueblo”, enfatizó.
Al respecto, argumentó que solo la lucha armada de todos los sectores podría hacer que Nicaragua fuera libre y pudiera haber redención para los oprimidos, tal como ocurrió tras el triunfo de la Revolución sandinista.
Nicaragua desarrolla en la actualidad un modelo de salud gratuito e inclusivo con la puesta en práctica de varios programas sanitarios, con los cuales el personal médico llega hasta los lugares más intrincados del país.
Además, cuenta con una moderna red de hospitales (75) considerada como la más grande de la región centroamericana.
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