Mediante un comunicado dirigido a la comunidad local e internacional, el mandatario consideró que estas disposiciones atentan contra la soberanía del país, “elemento fundamental que prohíbe la injerencia en asuntos internos”.
Planteó que Guatemala es una República democrática y sus normas legales internas se rigen bajo el principio del debido proceso, la separación e independencia de poderes y el respeto irrestricto al Estado de derecho.
Agregó que a través de ese marco jurídico deben ser dirimidos los asuntos propios de la nación, contra la postura de la Casa Blanca y a otros pronunciamientos de organismos internacionales, así como de la Unión Europea.
El presidente guatemalteco denunció la manipulación mediática y política de algunos miembros del Gobierno de Estados Unidos, en detrimento de una buena relación bilateral.
Por esa razón –expresó Giammattei- solicito a miembros de ambas Cámaras del Congreso estadounidense para que llamen al departamento de Estado a rendir cuentas sobre su actuar hacia Guatemala.
Reiteró que los principios de Derecho Internacional Público demandan una diplomacia activa que promueva el respeto a la independencia y soberanía de los Estados, que se abstenga de injerir en sus asuntos internos y que se respete el principio de igualdad.
Sostuvo la voluntad de su Gobierno en la alternancia de poder y que culminó un proceso de transición ordenado, sistematizado y transparente de cara a la ceremonia de la trasmisión de mando presidencial del 14 de enero de 2024.
Los preparativos de ese cambio ya cuentan con la confirmación de algunos jefes de Estado, aseveró, y descartó que exista acción alguna que pueda impedir que las autoridades electas tomen posesión de sus cargos.
El jefe de la Fiscalía contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, divulgó el pasado viernes detalles sobre una investigación relacionada con el partido Movimiento Semilla y sugirió anular los comicios.
Diversas organizaciones continúan con la condena a la persecución de ese aparato del Ministerio Público y coinciden en que las maniobras recientes insisten en el objetivo de impedir la llegada del nuevo Gobierno.
Sin embargo, analistas políticos señalaron que durante el último mes cinco delegaciones de altos funcionarios de Estados Unidos llegaron a Guatemala.
Mientras unos observan con buenos ojos la defensa de la democracia chapina por parte de Estados Unidos, otros califican de injerencista su posición y advierten que persiguen mantener su control sobre la política y los negocios.
El departamento de Estado del país norteño anunció restricciones de visado, entre otras personalidades a un centenar de diputados, y condenó los intentos de socavar la democracia por parte de la Fiscalía.
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