En un estudio realizado pudo comprobarse que al consumirse taza y media de dicha fruta durante un mes se observó un incremento de bacterias beneficiosas, entre ellas, la Akkermansia, según la revista Nutrients.
Esta juega un papel importante en el metabolismo de la glucosa y los lípidos, la integridad del revestimiento intestinal y la salud del corazón.
Los resultados sugieren un prometedor papel de las uvas en la salud intestinal y refuerzan los beneficios de esta fruta en la salud del corazón.
Fue observado “una disminución de los colesteroles en sangre, incluido el colesterol total en un 6,1 por ciento y el colesterol LDL en un 5,9, mientras que los ácidos biliares disminuyeron en un 40,9″. Las uvas son ricas en antioxidantes, su índice glucémico es medio; con alto nivel en fibra en hidratos de carbono de rápida asimilación; contienen vitamina C y entre sus minerales destacan el potasio, el cobre y el hierro, aunque también calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio.
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