De acuerdo con la revista en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, los niños que son físicamente inactivos pueden tener el colesterol alto en la edad adulta temprana y posteriormente, arribando a los 40 años problemas del corazón.
Estos –alertan los investigadores – tienen un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
“El colesterol elevado durante la infancia fue asociado a signos precoces de cardiopatía al llegar a la veintena y a un mayor riesgo de muerte cardiovascular prematura a mediados de la cuarta década de vida de un individuo”, subrayan los científicos.
Descubrieron que la actividad física de intensidad ligera desde la infancia puede ser de cinco a ocho veces más eficaz que la actividad física de moderada a vigorosa para revertir el efecto adverso del sedentarismo.
Los expertos recomendaron a los padres que sus hijos realicen ejercicios ligeros de tres a cuatro horas al día para evitar problemas de salud cardíaca más adelante en la vida.
ro/joe