En Andújar, punto medular de la tradición que viene desde el año 1227, no hay otro tema más relevante cada último fin de semana del mes de abril. Lo especial en este 2022 es que después de una pausa obligada de 24 meses, vuelven cuatro días de festejos vibrantes.
El orgullo y la alegría salta a la vista. Nada puede superar este encuentro que llega justo una semana después de la Semana Santa en una región de tan fuerte arraigo religioso como Andalucía. Pero también hacen más visible las bondades de la amistosa y tremendamente hospitalaria ciudadanía, la belleza y elegancia de sus mujeres, y el tono costumbrista.
Hay mucha más historia de la que pudiera pensarse y a las Romerías que este sábado tocan su punto culminante en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, bautizado así por el nombre homónimo del cerro donde en el siglo XIII ocurrió el milagro de la aparición de “la morenita”, como igualmente llaman a la figura religiosa.
Isabel Plaza, guía turística, por cierto con un traje de flamenca enfundado y una flor en su cabello, detalló a Prensa Latina que entre el 11 y 12 de agosto de 1227, un pastor dio fe de la aparición de la virgen para dar lugar a la Romería más antigua de Andalucía y la segunda más importante de España.
Ante el temor de la incredulidad, cuenta la leyenda que la virgen reapareció para curarle un brazo al pastor, lo que confirmó el milagro. Desde entonces cofradías de creyentes de toda la región, durante ocho siglos y en números actuales de 68, suben hasta el Santuario por una estrecha vía, en carreteras en su mayoría, y con una extensión que puede alcanzar los 3,5 kilómetros.
Así lo explica Manolo Vázquez, orgulloso presidente de la Cofradía Matriz, Real e Ilustre, la institución que marca el momento cumbre de la subida al Santuario, donde se rinde tributo a la imagen de la virgen sobre las 11 de la noche del último sábado del mes de abril.
Alrededor de Andújar, la provincia de Jaén desliza muchas más atracciones de las imaginables a priori para el viajero. Dos ciudades Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Baeza y Ubeda, y en el poblado de Baños de la Encina, un castillo espectacular del siglo X, de corte musulmán en un largo inicio y luego cristiano, que es la edificación de esta índole mejor conservada de Europa.
Arena, cal y piedras pequeñas son la base de esta construcción extraordinaria en la cual coexistieron residencias o dependencias en su interior y mantiene sus murallas en casi perfecto estado tras el paso de 10 centurias.
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