La asonada encabezada por Augusto Pinochet, propiciada y financiada por el gobierno de Estados Unidos, recuerda el académico Olmedo Beluche, de la agrupación Polo Ciudadano, conmocionó a la sociedad del istmo.
En su más reciente estudio, “El sangriento golpe de Pinochet y sus repercusiones en Panamá”, el sociólogo reseña que entonces estremecieron las conciencias los asesinatos de miles de personas, los fusilamientos, las torturas salvajes, los arrestos arbitrarios y tantas formas en que se pisotearon los derechos humanos, con el patrocinio de Washington.
Según Beluche, Panamá recibió estupefacta la noticia, cuando la televisión reprodujo el último discurso del líder del Partido Socialista Popular, además de mostrar el bombardeo sobre La Moneda.
Ese mismo 11 de septiembre de 1973, agrega, la juventud universitaria, docentes y dirigentes populares marcharon hasta la embajada chilena a expresar su solidaridad, manifestaciones que se repitieron durante varios días.
También fueron frecuentes los pronunciamientos de organizaciones y personalidades, entre ellas la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), vanguardia de la lucha por la soberanía en el Canal, señaló.
Cuando llegó la triste noticia del deceso de Allende, indicó, hubo corales poéticas, debates en las aulas universitarias y el Grupo Experimental de Cine Universitario realizó el primer documental de respaldo a la nación suramericana, con guión de Jesús Martínez, titulado “¡Viva Chile, mierda!”.
Centenares de estudiantes istmeños en Santiago, que luego serían destacadas personas del ámbito profesional y académico, vivieron directamente el golpe de 1973 y vieron interrumpidos sus estudios.
Los padres y familiares de los estudiantes panameños en Chile tuvieron que pedir a su gobierno que intercediera, lográndose traer un primer vuelo humanitario de cerca de 100 personas, el 23 de septiembre, comentó el estudioso.
El General Omar Torrijos logró que los militares chilenos autorizaran otro vuelo, el 7 de octubre, con más de 100 personas. Esas operaciones humanitarias se repitieron y, todavía en 1975, lograron transportar a más de 100 exiliados chilenos, algunos de los cuales venían directo de los campos de concentración, como testimonia Pedro Baeza, uno de ellos.
Beluche adelantó que muchas de estas vivencias se reflejarán en un ensayo testimonial, parte de una obra colectiva próxima a publicarse por la editorial Verso, titulada “Chile 1973 – 2023: Contrarrevolución y Resistencia”.
Para los panameños, los años del gobierno de la Unidad Popular del médico y político chileno permitieron la nacionalización del cobre, la reforma agraria, el aumento de los salarios para los trabajadores, salud universal, el acceso a la educación y a la cultura, entre otras conquistas.
El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas, encabezadas por Augusto Pinochet, atacaron y bombardearon el Palacio de La Moneda para derrocar al Gobierno de la Unidad Popular, tras lo cual se instauró en el país una dictadura.
Se estima en más de 40 mil las víctimas durante los 17 años de régimen militar (1973-1990) entre asesinados, detenidos desparecidos y torturados, sin contar los más de 200 mil exiliados.
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