Por Alfredo Boada Mola
Corresponsal jefe de Prensa Latina en la India
Cada uno de estos grupos tomó diferentes hábitats, debió adaptarse al entorno para mantener una identidad propia y algunas comunidades utilizaban para ello tatuajes, tocados y tapones para la nariz, aunque en la actualidad se ponen a tono con los tiempos modernos mientras los más jóvenes van a las ciudades y otros territorios para estudiar o trabajar.
Antiguamente, estas tribus tenían sus propios sistemas judiciales y todavía muchas emplean el llamado consejo de aldea para resolver cuestiones relativas al parentesco, las actividades de grupo, así como para establecer las normas morales y los reglamentos necesarios de la vida en comunidad, en un papel que se antoja cada vez más sociocultural.
En Arunachal Pradesh hay unas 26 tribus registradas, cada una dividida en subgrupos, con sus propias culturas, costumbres, prácticas, lenguas y folclores.
Fiestas como el Nyokum, el Festival de Invierno del Paso Pangsau, el Festival del río Yomgo, el Festival de Música de Ziro y otras, muestran tradiciones tribales que perduran hoy en día.
Los monpas, que habitan los distritos de Kameng Occidental y Tawang, son esencialmente budistas, comprenden una variedad de tradiciones, creencias religiosas y prácticas espirituales principalmente atribuidas a Buda Gautama, y siguen la secta mahayana.
Otras tribus como los nyishis y los apatanis, de Kameng Oriental, Papum Pare y Lower Subansiri son esencialmente animistas, engloban diversas creencias en las que tanto los objetos como cualquier elemento del mundo natural están dotados de movimiento, vida, alma y conciencia propia.
Los tai khamptis y los singphos, que se encuentran en el este de Arunachal, siguen el budismo theravada, y en muchas partes del estado algunas comunidades empezaron a practicar el cristianismo.
VIDA COTIDIANA DE LOS MONPAS
El monasterio de Tawang desempeña un papel fundamental en la vida cotidiana de los monpas y algunos de ellos son pastores de yaks, aunque en el pasado solían depender también en gran medida de vacas, cabras y caballos para el sustento, y no tenían asentamientos permanentes.
También conocido como Tawang Ganden Namgyal Lhatse, el monasterio fue fundado entre 1680 y 1681 por el monje Merag Lodre Gyatso.
El grandioso complejo cuenta con un edificio residencial para los monjes, una biblioteca, un museo y una escuela de educación básica, mientras una estatua dorada de Buda, de ocho metros de altura, domina el santuario.
Muchos monpas adoptaron estilos de vida más modernos pero algunos pastores de yaks mantienen algunas de sus tradiciones originales. Se cree que tienen una gran afinidad con el pueblo indo-mongoloide de los Sharchops de Bután.
La mayoría de ellos viven en Arunachal Pradesh, con una población de unos 60 mil habitantes, centrados en los distritos de Tawang y Kameng Occidental, aunque un pequeño número radica en el distrito de Kameng Oriental.
Los monpas se dividen en seis subgrupos debido a las variaciones de su lengua: los Monpa de Tawang, Dirang Monpa, Lish Monpa, Bhut Monpa, Kalaktang Monpa y Panchen Monpa.
Conocidos por las tallas de madera, la pintura de thangkas, la fabricación de alfombras y el tejido, los monpas también fabrican papel con la pulpa del árbol local sukso, e igualmente son conocidos por sus cuencos (recipientes) de madera y tejidos de bambú.
En el monasterio de Tawang hay una imprenta de la que salen textos religiosos en papel local e ilustran bloques de madera.
ENTRE TRADICIÓN E INFLUENCIA DE LA MODERNIDAD
Los principales festivales de los monpas son la fiesta de la cosecha de Choskar, Losar y Torgya.
Durante el Losar, la gente suele ofrecer oraciones en el monasterio de Tawang para pedir la llegada del Año Nuevo tibetano, mientras que las danzas de pantomima son la característica principal del festival de Ajilamu.
En el Choskar, los lamas budistas leen durante algunos días las escrituras religiosas en las gompas, unas fortificaciones eclesiásticas de aprendizaje y formación, y después los aldeanos recorren los campos cultivados con sutras (colección de textos) a la espalda.
El significado de este festival es rezar por un mejor cultivo y la prosperidad de los aldeanos, y proteger los granos de los insectos y los animales salvajes.
La sociedad tradicional de los monpas es administrada por un consejo de seis ministros, conocido localmente como Trukdri.
El hombre es el jefe de la familia y toma todas las decisiones, pero en su ausencia la mujer asume todas las responsabilidades y cuando nace un niño no tienen preferencia porque sea varón o hembra.
La vestimenta tradicional de los monpas se basa en la chuba tibetana (un abrigo largo de piel de oveja hecha de lana tibetana gruesa) y tanto los hombres como las mujeres llevan tocados de pelo de yak, con largas borlas.
En tanto, las mujeres suelen llevar una chaqueta cálida y una camisa sin mangas que llega hasta las pantorrillas, atándola alrededor de la cintura con un trozo de tela largo y estrecho. Los adornos son de plata, coral y turquesa, y a veces llevan una gorra con una pluma de pavo real o un sombrero de fieltro.
Debido al frío del Himalaya, los monpas, como los demás grupos étnicos de la región, construyen sus casas de piedra y madera con suelos de tablones, a menudo acompañados de puertas y marcos de ventanas bellamente tallados y en sus viviendas también hay plataformas para sentarse y chimeneas en las salas de estar.
Las condiciones climáticas extremas influyen en los hábitos alimentarios y el estilo de vida sedentario de los monpas, quienes enfrentar el frío extremo consumiendo una cantidad considerable de queso, sal y carne con alcohol.
El té de mantequilla y el licor destilado de maíz, mijo, cebada, trigo sarraceno o arroz, entre otros, conocidos como Chang, Baang-Chang, Sin-Chang, Ara o Arak, son bebidas populares entre los monpas.
Para obtener sus alimentos, practican tipos de cultivo itinerantes y permanentes, y tienen ganado vacuno, yaks, vacas, cerdos, ovejas y aves de corral como animales domésticos.
A fin de evitar la erosión del suelo al plantar cultivos en las laderas de las colinas, los monpas construyeron terrazas donde siembran el arroz, el maíz, el trigo, la cebada, el mijo, el trigo sarraceno, los pimientos, la calabaza y las judías.
Sin embargo, la afluencia gradual de turistas de otras partes de la India y la influencia de la cultura occidental entre la generación más nueva provocan un cambio radical en los hábitos alimenticios de los jóvenes.
arb/abm