A propósito del tema, la directora principal de asuntos de género en el Ministerio de Cultura, Género, Entretenimiento y Deporte, Sharon Coburn Robinson, declaró que la educación de empleados, clientes, estudiantes, reclusos, pacientes, entre otros, es la base para crear entornos seguros.
“El empleador tiene la responsabilidad de asegurarse de informar a todos los trabajadores que el acoso sexual está prohibido y que existe un enfoque de tolerancia cero para cualquier forma de acoso sexual y cualquier forma de discriminación en el lugar de trabajo”, declaró citada por Jamaica Observer.
Señaló que los ejecutivos también pueden realizar talleres con miembros del personal, en particular con aquellos que son nuevos, y con supervisores de diferentes niveles.
La Ley sobre la Protección y Prevención de Acoso Sexual, que entró en vigencia el 3 de julio, exige a los empleadores y directores de instituciones generar una política contra ese tipo de intimidación en un plazo de 12 meses.
“Eso debe desarrollarse en colaboración y consultando a los miembros del equipo, porque ellos son los que lo utilizarán como marco”, aseguró la funcionaria.
La política debe incluir una definición de acoso sexual que sea coherente con las disposiciones de la Ley, y una declaración donde se patentice que las personas tienen derecho a un entorno seguro.
También contiene disposiciones para hacer frente a las amenazas en el lugar de trabajo, las escuelas, las instituciones correccionales, los hogares de ancianos, las instalaciones médicas y psiquiátricas, entre otros lugares.
ro/ifs