Según la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), todo el continente americano podrá observar un eclipse lunar penumbral el 25 de marzo.
Los expertos explican que durante este fenómeno astronómico la Luna atraviesa la penumbra de la Tierra, es decir, la parte exterior y débil de la sombra generada por el planeta, en tanto el astro se oscurece tan ligeramente que puede resultar difícil percibir su ocultamiento del Sol.
Al mes siguiente, específicamente el 8 de abril, se podrá observar un eclipse total solar, que ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, bloqueando completamente la cara de la estrella y oscureciendo el cielo como si fuera el amanecer o el anochecer.
Durante apenas cuatro minutos será visible solamente en el norte de América, región donde iniciará su transición en el océano Pacífico sur y atravesará México, Estados Unidos y Canadá.
El 18 de septiembre podrá apreciarse el segundo fenómeno lunar del año, que será parcial, pues solo una parte del satélite se ocultará por la sombra de la Tierra.
En los eclipses parciales, la sombra sobre la Luna parece crecer desde la perspectiva del observador y luego retrocede, sin cubrir todo el espacio.
Este evento durará poco más de una hora y será visible en América, África y Europa.
Finalmente el 2 de octubre tendrá lugar un eclipse solar anular que durante siete minutos se podrá ver desde Chile y Argentina, y de manera parcial en Bolivia, Paraguay, Uruguay y la Antártida.
Este sucede cuando la Luna se alinea entre el Sol y el punto más lejano de distancia con la Tierra.
Debido a esta separación, el satélite parece más pequeño desde la perspectiva terrestre, por lo cual no bloquea la vista completa de la estrella.
Durante el evento de octubre, la Luna se verá como un disco oscuro encima de un disco brillante más grande, el Sol. De este modo, se percibirá un “anillo de fuego” alrededor del satélite.
Los expertos de la NASA advierten que, excepto durante la breve fase total de un eclipse solar total, cuando la Luna bloquea completamente la cara brillante del Sol, no es seguro mirar directamente al Sol sin protección ocular especializada para la observación solar.
Ver cualquier parte del Sol brillante a través de la lente de una cámara, binoculares o un telescopio sin un filtro solar especial asegurado en la parte frontal de la óptica provocará instantáneamente lesiones oculares graves.
Al observar las fases parciales del eclipse solar directamente con los ojos, lo que ocurre antes y después de la totalidad, se debe mirar a través de gafas solares seguras o de un visor solar portátil seguro en todo momento.
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