Así lo confirmó hoy Rodrigo Mariscal, jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda la Crédito Público, en nota de La Jornada, quien explicó que todo ese tiempo pese a que las recesiones en México suelen ser en promedio cada siete años.
El economista reconoció que se necesita al menos 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para enfrentar una caída de ingresos como las que se han llegado a registrar durante contracciones previas de la actividad económica.
La mayor parte de los recursos con que contaba el FEIP al inicio de esta administración se gastó en 2019, ante la caída de los ingresos públicos, efecto de una ligera recesión y, sobre todo, en 2020, cuando la pandemia de coronavirus resultó en la mayor caída de la actividad económica en casi nueve décadas, explicó.
Sin embargo, el saldo de este fondo no se ha logrado recuperar a la velocidad que se requiere para que pueda compensar la siguiente crisis.
Sus declaraciones vienen a colación porque esta madrugada en el Senado se aprobaron modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, con lo que se amplían las fuentes de capitalización para el FEIP con otros activos financieros del gobierno federal.
Pero no incluye recursos de empresas productivas del Estado ni de aportaciones a la seguridad social. La propuesta ya se había promovido en 2022, aclaró.
Hasta ahora, el FEIP tiene tres fuentes de ingresos: en el Presupuesto de Egresos de la Federación se destina 2,2 por ciento de los ingresos petroleros del gobierno federal, 30 por ciento del remanente de operación de Banco de México -cuando lo hay- y 65 por ciento de ingresos excedentes durante el ejercicio fiscal, también si los llega a haber.
No obstante, los ingresos excedentes sólo se pueden utilizar para capitalizar el FEIP, una vez que se compensó el gasto no programable, se tuvieron recursos para la atención de desastres naturales, apoyos a tarifas eléctricas por mayor costo de combustibles y se cubrieron menores ingresos en otros rubros.
El problema es que estas fuentes son insuficientes, históricamente los mayores ingresos (70,6 por ciento) no son recurrentes, más bien fortuitos, además de que los ingresos petroleros han ido a la baja por más de 11 años, y es lo que explica que, hasta ahora, el FEIP no pueda capitalizarse con la velocidad necesaria para afrontar los ciclos económicos.
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