Sobre las 14:10, hora local, en diversos puntos de la geografía cubana y particularmente en esta, la ciudad más sismogénica del país, fue sentido el temblor que hizo salir de sus viviendas a los vecinos, sobre todo los que habitan edificios multifamiliares.
Como siempre sucede en estos casos, las personas se comunicaron telefónicamente y la diferencia en esta ocasión fue que las llamadas trascendieron el ámbito más cercano y abarcaron a la ciudad de Bayamo, en la provincia oriental de Granma, a la de Cienfuegos, en la región central y hasta la capital.
Este es el segundo sismo perceptible del año y ocurre tras un lapso de unos tres años de baja sismicidad, ante la cual los sismólogos han alertado que esa acumulación de energía entraña un peligro real para el que hay que prepararse.
Nadie puede vaticinar si el presente año cambiará radicalmente ese panorama de relativa calma, pero lo ocurrido a inicios de esta tarde de martes lanza una señal preocupante.
Entre las moralejas que ratifica el fenómeno es que en cualquier lugar de Cuba puede
temblar y que debe estar lista en cada hogar la mochila con los artículos necesarios ante una emergencia.
En medio del susto y la expectación, la imagen inocente de los niños con sus atuendos vistosos que retornaban a casa tras participar en los desfiles martianos, ayuda a espantar los miedos por una posible catástrofe.
oda/mca