Uno de los enfermos continúa en cuidados intensivos, mientras que el resto fueron transferidos a servicios regulares, aunque en régimen de aislamiento, señaló Buzyn, y aclaró que continuarán ingresados mientras exista presencia del virus en sus organismos.
Al tiempo todas las pruebas realizadas a los ciudadanos franceses repatriados de China fueron negativas, y el equipo de médicos que controla su régimen de aislamiento solo permiten salir “a las personas de quienes tenemos todos los parámetros virales para decir que no hay más riesgo”, aseguró el director general de Salud, Jérome Salomon.
Los primeros casos confirmados en Francia de este virus se anunciaron el 24 de enero en la ciudad de Burdeos y en días posteriores en París hasta llegar al número de seis, no habiéndose identificado otros casos nuevos desde entonces, según confirmó la ministra.
Buzyn también anunció el establecimiento de una coordinación entre países europeos para ayudar a China, y en particular proporcionar máscaras y otro tipo de material, mientras se trabaja en una vacuna, aunque este desarrollo llevará tiempo, añadió.
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