De acuerdo con el diplomático, la firma norteamericana contratada para transportar hacia la nación caribeña un lote de mascarillas faciales y kits de diagnóstico de la mortífera enfermedad, declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de las regulaciones del cerco hostil.
“El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña isla antillana asediada y bloqueada”, acotó.
Pereira expresó a nombre de su Gobierno agradecimiento profundo al empresario chino por la donación y las gestiones en marcha para que llegue a su destino final.
“De nuevo, el injusto, arbitrario e ilegal bloqueo que todo lo trastoca. (…) Las cosas para Cuba siempre serán más difíciles, por eso cada logro, cada pequeño paso de avance, se convierte en un colosal triunfo contra los demonios”, concluyó en un artículo de opinión.
El pasado 22 de marzo Jack Ma anunció en la red social Twitter el envío de dos millones de máscaras, 400 mil reactivos de diagnóstico y 104 ventiladores para 24 países de América Latina y el Caribe, incluido Cuba, para respaldar el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
“Un solo mundo, una sola lucha”, escribió al añadir que transportarían con prontitud la carga hacia la Mayor de las Antillas, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú, entre otros estados de aquella región.
Aparte de América Latina y El Caribe, Jack Ma y la Fundación Alibaba prepararon donaciones similares para naciones de Asia, África Europa y Estados Unidos.
Frente a la propagación internacional de la Covid-19, muchas voces urgen a Washington levantar sus medidas unilaterales impuestas a Cuba, Venezuela e Irán para garantizarles el acceso a ayuda humanitaria y los productos que necesitan sus respectivos pueblos.
Sin embargo, la Casa Blanca ignora los llamados e incluso amenaza con el endurecimiento de su política coercitiva contra dichas naciones.
En el caso de Cuba, la administración del presidente Donald Trump recrudeció en los últimos tiempos el cerco de casi 60 años con fuertes limitaciones a las remesas familiares, restricciones al contacto pueblo a pueblo y un creciente acoso a las compañías extrajeras con negocios en la isla.
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