Brigadas especializadas finalizaron los trabajos para la captación de aguas superficiales y la estación de bombeo en la presa Maurín, al oeste de La Habana, proyecto que permitirá aprovechar 300 litros por segundo de agua de este embalse.
En Ariguanabo, fuerzas de varias provincias concluyeron también el sistema que filtrará el líquido extraído de la represa.
El proyecto responde a las indicaciones del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, de buscar nuevas fuentes de abasto para la población en medio del periodo seco y de la emergencia sanitaria por la Covid-19.
Empleando en su mayoría piezas de fabricación nacional y a un costo de siete millones de pesos, moneda total, la obra permite utilizar el agua de la superficie en la presa, hasta 1,5 metros de profundidad.
De acuerdo con especialistas, un trabajo de esta envergadura puede durar entre seis meses y un año, pero aquí se ejecutó en tiempo récord (alrededor de 20 días) por alrededor de 70 hombres de varias empresas del país.
El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez, dijo que este lunes se laboraría en el empate con la conductora Cuenca Sur, lo que aportará una cantidad de agua similar, aliviando la situación en la capital.
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