“#Cuba ha hablado a través de su canciller @BrunoRguezP. Nuestra denuncia es clara y ha sido exhaustivamente documentada”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter al referirse a la conferencia de prensa la víspera del ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez ante la falta de respuesta del gobierno norteamericano y los vínculos del atacante con sectores violentos anticubanos.
Es necesario preguntar al gobierno de Estados Unidos cuáles son sus motivaciones para mantener silencio sobre el hecho, mantenerlo alejado de la opinión pública y no lanzar mensajes de disuasión de actos como este en cumplimiento de sus obligaciones legales como país sede de la legación diplomática, expresó la víspera Rodríguez.
Se trata de un acto terrorista, añadió, que es un resultado directo de la política agresiva de la Casa Blanca contra Cuba, del discurso de odio y de la permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses y grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida.
El pasado 30 de abril el emigrado cubano Alexander Alazo realizó 32 disparos con un fusil de asalto AK-47 contra la sede diplomática de La Habana en la capital norteamericana. No hubo heridos pero sí daños materiales.
Igualmente exhortó al gobierno de Estados Unidos a realizar una investigación exhaustiva, a fondo que permita determinar de dónde salió el dinero utilizado para el ataque.
Es obligación de Estados Unidos investigar a fondo, con precisión, cuáles son los vínculos, las conexiones de Alazo con grupos e individuos, dentro de los Estados Unidos, con una trayectoria conocida de manifestaciones de odio y de instigación a la violencia o, incluso, al terrorismo contra Cuba, remarcó.
“Hay derecho a preguntarle al señor secretario de Estado Mike Pompeo qué sabe él de estos asuntos, sobre todo cuando suele pronunciarse de manera constante con relación a Cuba; pero que, sin embargo, no ha dicho una palabra sobre el ataque ocurrido”, comentó el jefe de la diplomacia del país antillano.
Es deplorable que el Secretario de Estado mientras mantiene silencio sobre el ataque terrorista, se haya pronunciado contra Cuba, dedique pronunciamientos permanentes y casi diarios a atacar la cooperación médica internacional cubana y a calumniar a los médicos que trabajan en otros países, incluso en medio de la pandemia de la Covid-19, añadió.
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