El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, se refirió así al grupo integrado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá y del cual salió Rusia como nación invitada, tras el golpe de estado en Kiev, en febrero de 2014.
Peskov estimó imposible debatir asuntos políticos, económicos y de desarrollo social en el mundo sin Rusia, China, la India, Brasil, Turquía y otras naciones. Se puede hacer eso, pero en tal caso sería difícil ejercer algún liderazgo mundial, insistió.
El portavoz presidencial aclaró que el llamado del mandatario Vladimir Putin a efectuar una cumbre de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia, Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido) tiene como objetivo debatir temas políticos globales y no los económicos.
Se trata de otra dimensión con otros objetivos, explicó el vocero del Kremlin, quien anteriormente admitió la posibilidad de efectuar esa cumbre en formato de videoconferencia entre los jefes de estado de los países señalados.
En su momento, Francia y China dieron el visto bueno para asistir una reunión al más alto nivel como lo convocada por Moscú.
Medios de prensa locales consideran que con el surgimiento del Grupo de los 20, con un formato más amplio y creado para resolver problemas urgentes de la crisis económica en el orbe, el G-7 perdió su peso político de antaño en el orbe.
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