En su cuenta de Twitter el canciller transmitió el mensaje al gobierno y el pueblo filipinos, el cual hizo extensivo a los familiares y allegados de las víctimas.
El tifón Goni, considerado como el más poderoso de este año en el Pacífico, había dejado la víspera siete muertos, un millón de evacuados y la posibilidad de que entre 19 millones y 31 millones de personas tengan que huir de sus embates.
Según los servicios meteorológicos locales, los vientos del fenómeno meteorológico alcanzaron rachas de hasta 310 kilómetros por hora, lo cual ocasionó árboles y postes del tendido eléctrico caídos; mientras las copiosas lluvias provocaron grandes inundaciones en pocas horas.
En Catanduanes, donde las penetraciones del mar son frecuentes, Goni las elevó de nivel y grandes segmentos de la costa fueron batidas por enormes olas.
En varias zonas se produjeron deslizamientos de tierra que cortaron carreteras y el aeropuerto internacional de Manila continuaba cerrado y cancelado el servicio de transportación marítima de pasajeros.
Goni azota a Filipinas luego de tifón Molave, que del 25 al 27 de octubre dejó un saldo de 22 muertos, cuatro desaparecidos y daños materiales por casi 50 millones de dólares.
mem/kmg