«Los que persistan en el intento, tendrán como respuesta fuertes medidas, incluida la pérdida de las licencias», advirtió el titular a través de su cuenta en Twitter.
Con anterioridad, el jefe de Gobierno enfatizó que el reordenamiento monetario no busca afectar al sector privado, sino poner en igualdad de condiciones a todos los actores económicos.
El próximo 1 de enero comenzará el proceso de unificación monetaria, previsto durante seis meses, tras lo cual dejará de circular el peso cubano convertible (CUC) y solamente podrá utilizarse el peso cubano (CUP) para todas las operaciones, con una tasa de cambio respecto al dólar de 24 por uno.
Una de las principales preocupaciones para los cubanos es que ese procedimiento, destinado a resolver distorsiones económicas, conlleve a un alza de los precios tras la eliminación de subsidios y gratuidades indebidas.
Sin embargo, las medidas comprenden también una mejor redistribución de la riqueza, a fin de que los asalariados y pensionados mejoren su capacidad adquisitiva.
Especialistas coinciden en la necesidad de esta reforma ante el impacto negativo de la Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra la isla.
La propuesta del gobierno cubano mantiene como una de sus prioridades la protección social y el acceso de los ciudadanos, con independencia de sus ingresos, a la salud pública y la educación como derechos del pueblo.
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