En carta dirigida al presidente, Luis Abinader, y entregada este viernes en el Palacio Nacional, los mencionados expresaron que la posición del ejecutivo frente a la política regional latinoamericana está al margen de la Constitución y de la Carta de la ONU, al formar parte de un bloque liderado por los Estados Unidos contra países hermanos.
Luego de mencionar los artículos de la Carta Magna que consideran se incumplen en la política exterior, los firmantes cuestionaron se justifique el irrespeto a los derechos humanos para determinados países y para otros, como cuando el golpe de Estado en Bolivia o los asesinatos de líderes sociales en Colombia, no sea así.
Asimismo, apuntaron: “es evidente el Gobierno dominicano forma parte de un bloque regional golpista encabezado por los Estados Unidos, el cual no solo afecta a Cuba y Venezuela, sino a todos los países de la región que no están de acuerdo con ser patio trasero de ellos».
Ese bloque, advierten, golpea a Venezuela, Nicaragua y Bolivia, pues al igual que contra los cubanos, el cual no cuenta con el apoyo de las mayorías de naciones del mundo, restringe el desarrollo y prohíbe el acceso a productos fundamentales, incluyendo de salud, «apoyar eso es un acto inconcebible con la naturaleza humana».
Y explicaron cómo justificar ser parte de un bloque intervencionista además de violatorio del derecho a la autodeterminación, recuerda los efectos de la intervención norteamericana de los años 1916 y 1965, en que miles de dominicanos fueron asesinados por marines y mercenarios, apoyados por países latinoamericanos, bajo un pretexto similar.
Finalmente, el documento alertó que cambiar la política de buena vecindad por la del gran garrote contra los hermanos, para complacer los planes de agresión de la nación del norte, es un mal precedente, el cual debe dolernos como si nos lo hicieran a nosotros.
Regresemos a la política de buena vecindad, de respeto y convivencia para con todos los países hermanos que trabajan y luchan para salir adelante contra la pandemia y la crisis económica generada por ella, concluye la carta.
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