Con marcador de 3-1, el club de California alcanzó su cuarta y última victoria en el Clásico de Otoño de este atípico año, debido a la Covid-19, para levantar un trofeo que estuvo fuera de su poder durante más de tres décadas.
Herederos del trono alcanzado por Nacionales de Washington en 2019, los monarcas repitieron los ascensos a la cúspide de 1955, cuando se denominaban Dodgers de Brooklyn, 1959, 1963, 1965, 1981 y 1988.
Gracias a esas siete coronas, el equipo angelino resulta el sexto más laureado de la historia del Big Show, solamente superado por Yankees de Nueva York, dueño de 27 cetros, Cardenales de San Luis (11), Atléticos de Oakland (nueve), Medias Rojas de Boston (nueve) y Gigantes de San Francisco (ocho).
Una figura clave en el anhelado triunfo de los esquivadores fue Clayton Kershaw, quien superó a su más perverso rival en las postemporadas del béisbol norteamericano: Clayton Kershaw.
La batalla del lanzador zurdo contra él mismo le dejó éxitos en los juegos uno y cinco de la crucial disputa a un máximo de siete desafíos en el neutral Globe Life Field, de Arlington, Texas, que funcionó como burbuja contra la mencionada enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Dicho desempeño había sido imposible de conseguir hasta ahora por quien hace poco tiempo fue el mejor pitcher del mundo, a juicio de expertos y aficionados al deporte de los strikes, las bolas y los jonrones.
Kershaw, nacido el año en el cual el conjunto californiano había obtenido su último lauro de mandamás y tres veces ganador del premio Cy Young al serpentinero más destacado de la Liga Nacional en 2011, 2013 y 2014, tuvo ahora la redención.
Atrás quedaron sus lacerantes tropiezos ante Astros de Houston y Medias Rojas en 2017 y 2018, respectivamente, cuando el siniestro brazo de este as del montículo constituía una temida arma contra sus oponentes.
De acuerdo con estadísticas de estos certámenes, el zurdo, jugador más valioso del circuito de mayor longevidad en 2014, acumula 13 victorias y 12 derrotas en playoffs, incluidas tres y dos en series mundiales.
En 2017 y 2018, los esquivadores estuvieron cerca de alcanzar la máxima gloria, pero la frustración inundó sus filas, que este año contaron con la incorporación del brillante jardinero y primer bate Mookie Betts.
Como era de esperar, el alegrón de Dodgers volvió a ocupar titulares de prensa por su dominio en la decisiva etapa ante un elenco de Florida incapaz de dar el último paso a la cima, como ocurrió en 2008 cuando cedió 1-4 contra Filis de Filadelfia.
Además de los triunfos de Kershaw, con pizarras de 8-3 y 4-2, y el final, los reyes de la Gran Carpa se impusieron 6-2 en el pleito tres, y cayeron por marcadores de 4-6 y 7-8, este último inolvidable por su desenlace cuando Rayos agonizaba.
Pese a una ofensiva pobre liderada por el cubano Randy Arozarena, quien impuso récord de 10 jonrones para playoffs en un mismo año, Tampa Bay tuvo posibilidades de escribir una mejor historia, pero la alcurnia del rival acabó con sus aspiraciones.
También, esta vez el béisbol premió a su mejor representante, pues Dodgers encabezó con 43 victorias y 17 fracasos la fase regular, recortada por la Covid-19 desde sus habituales 162 juegos para cada uno de los 30 clubes en competencia, y posteriormente eliminó 2-0 a Cerveceros de Milwaukee, 3-0 a Padres de San Diego y 4-3 a Bravos de Atlanta.
Debido al impacto del SARS-CoV-2, este año el club campeón debió ganar 13 partidos tras la fase clasificatoria para ostentar el título, cuando en citas anteriores solo se requería vencer en 11 desafíos.
Más allá del desempeño de Kershaw, el premio de jugador más valioso de la Serie Mundial quedó en poder del torpedero Corey Seager, quien igualmente logró ese reconocimiento en la disputa del trono de la Liga Nacional, y no se puede obviar tampoco la actuación del mexicano Julio Urías en la postemporada.
Convertido en el octavo pelotero en alcanzar ambos reconocimientos en la misma temporada, Seager acumuló 20 veces al bate, conectó ocho imparables, incluidos dos cuadrangulares, remolcó seis anotaciones y pisó la goma en siete oportunidades en el Clásico de Otoño.
Urías hizo historia para México con cuatro éxitos en estos playoffs (acumula seis en ese tipo de eventos), y así sobrepasó los dos registros anteriores de su compatriota Fernando Valenzuela (tres victorias en 1981, cuando fue campeón de la Serie Mundial con Dodgers, y cinco en general).
Además, el joven zurdo impuso otro récord para mexicanos, al convertirse en el primero en aparecer en dos series mundiales.
PREMIOS INDIVIDUALES
Este 2020, la Asociación de Escritores de Béisbol de América concedió al cubano José Abreu, de Medias Blancas de Chicago, y a Freddie Freeman (Bravos), el lauro de Jugador Más Valioso por la Liga Americana y la Nacional, respectivamente.
Como novatos más sobresalientes, en ese orden de circuitos, fueron escogidos Kyle Lewis (Marineros de Seattle) y Devin Williams (Cerveceros), y los merecedores del premio Cy Young al mejor pitcher fueron Shane Bieber (Indios de Cleveland) y Trevor Bauer (Rojos de Cincinnati).
Asimismo, Kevin Cash (Rayos) y Don Mattingly (Marlins de Miami) obtuvieron el galardón de Mánager del Año.
CAMPEONES DE OTROS TORNEOS
Celebrada en Puerto Rico y sin la presencia de Cuba por problemas de visado, la Serie del Caribe de 2020 tuvo como campeón al equipo dominicano Toros del Este, verdugo 9-3 en la final del venezolano Cardenales de Lara.
Junto a esos conjuntos participaron en el evento surgido en 1949 el mexicano Tomateros de Culiacán, el puertorriqueño Cangrejeros de Santurce, el panameño Astronautas de Chiriquí y el colombiano Vaqueros de Montería.
Por otro lado, en Japón y Sudcorea, con ligas profesionales de gran prestigio, especialmente la nipona que solo es superadoa por la MLB, subieron a la cima Halcones de Softbank y NC Dinos, rey por primera vez.
Liván Moinelo, Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne, de Cuba, contribuyeron a la cuarta corona seguida, séptima en una década y oncena de la historia de los Halcones.
jdg/dsa
(*) Periodista de Prensa Latina.
















