Durante una intervención virtual en el XXII Foro de ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, la titular del Citma de la isla caribeña, Elba Rosa Pérez, resaltó que es necesario realizar cambios en los patrones de producción y consumo sobre la base de potencialidades existentes en la biodiversidad.
La ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) presentó en el evento, presidido por el Gobierno de Barbados, los resultados del país en materia de política y gestión ambiental.
Explicó que en 2020 Cuba logró la reducción de seis millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono; así como la siembra de dos mil hectáreas de manglares para la protección de sus costas.
Se implementó un programa de recuperación de playas con una inversión de más de 10 millones de pesos y la utilización de variedades adaptadas al cambio climático en más de 48 mil hectáreas.
Recalcó la relevancia de la crisis económica de la región, la peor en 120 años, lo que obliga a las autoridades a generar nuevas dinámicas para la preservación y legado de un medio ambiente sano a futuras generaciones.
Por su parte, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, destacó que el multilateralismo y las acciones a favor de conservar la naturaleza son elementos claves de una recuperación sostenible en América Latina y el Caribe.
Asimismo, la titular de Ambiente y Energía de Costa Rica, Andrea Meza, subrayó que para lograr una recuperación de la Covid-19 en el mundo y prevenir futuras pandemias, se debe ‘optar por una economía verde’.
El encuentro, que sesiona hasta este martes, aborda temas como la transición hacia una economía circular, la agenda sobre el cierre de vertederos a cielo abierto y la contaminación del aire en las Américas.
Organizado también por la Oficina Regional de América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la cita analiza los principales desafíos y acciones urgentes a favor de la naturaleza y la recuperación sostenible.
A estos tópicos se suman la acción climática, justicia ambiental y gobernanza, los vínculos entre género y medio ambiente, y el desarrollo sostenible de los pequeños estados insulares en desarrollo.
La reunión de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe fue establecida en 1982 y se considera el espacio de cooperación más antiguo para las autoridades ambientales de la región.
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