En carta enviada al comité noruego encargado de ese galardón, del que recibió hoy constancia de recibo, el también presidente de la Academia Serbia de Desarrollo (RAS), insertó numerosos argumentos fácticos para avalar su propuesta, tomados de las acciones concretas llevadas a cabo en el mundo por ese contingente desde su creación.
Menciona programas desarrollados por las autoridades cubanas con amplia repercusión internacional en la esfera de la salud para todos, como la creación en 1998 de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en la que se formaron 29 mil 749 médicos de 123 países de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos.
Expone los alcances de la Operación Milagro, que desde 2004 ofrece atención por glaucoma y cataratas y realizó más de cuatro millones de operaciones gratuitas a pacientes de América Latina, el Caribe y África.
Incluye la atención de 1990 a 2011 de más de 25 mil afectados por el accidente nuclear de Chernobyl, Ucrania, en 1986, en su gran mayoría niños, y el despliegue de dos mil 500 médicos y personal sanitario en Paquistán después del terremoto de 2005, para atender a un millón 700 mil afectados y salvar miles de vidas.
La argumentación continúa con la participación de la Henry Reeve en el combate al ébola en África en 2014 al llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así en labores de asistencia en áreas de desastres en varios países.
Refiere, además, el programa cubano de combate a la Covid- 19 para sus ciudadanos y las brigadas desplegadas en varias partes del mundo, incluyendo países de Europa, para enfrentar la pandemia.
‘Por esa incomparable contribución a la humanidad en tiempos en que muchos sufren, en particular durante la actual pandemia de la Covid-19, propongo que el Premio Nobel de la Paz 2021 se le otorgue a la Brigada Médica Internacional Henry Reeve’, concluye el académico en su misiva al comité noruego.
agp/rmh