Desde que se puso en marcha ese proceso, que pretende impulsar la actualización del modelo socialista cubano, ordenar la economía y hacerla más trasparente y con mayor eficiencia y productividad, el empleo comenzó a recobrar su papel como principal fuente de riquezas para los trabajadores y su familia.
Como se dio a conocer por la máxima dirección del país desde finales del pasado año, uno de los elementos más importantes de la estrategia económica y social es el ordenamiento, una transformación que la economía necesita para el bien del país y de toda la población.
Integrado por cuatro aspectos fundamentales, se ejecuta con la unificación monetaria y cambiaria, eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas y una reforma salarial que transformó los ingresos de todos los trabajadores, jubilados y beneficiados por la asistencia social.
Con ello quedó a partir del primer día de 2021 una sola moneda de curso legal (el peso cubano) y para las entidades y la población un solo tipo de cambio, con lo cual se resolvió la dualidad monetaria y cambiaria, esta última a una relación de 24 pesos por un dólar.
Es así que en las actuales circunstancias trabajar no es una opción sino una necesidad porque ahora la distribución de las riquezas se hace de acuerdo con el principio de que el que más aporte y trabaje y más eficientemente lo haga, gana más. Con ello se mantiene el precepto de justicia social de la Revolución, pero sin igualitarismo.
Tal como dijera recientemente el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ‘lo primero es garantizar un empleo a cada cubano y cubana, y como resultado de su aporte, reciba un salario para vivir en condiciones dignas’.
Ahora, la misma riqueza será repartida de forma diferente a favor de los que trabajan, sin importar en el sector donde lo hagan, por lo que el llamado en medio del ajuste implícito en el ordenamiento monetario es ser más eficiente en cada puesto laboral.
Con esa intención en la reunión del Consejo de Ministros efectuada el pasado viernes 6, se aprobó el perfeccionamiento y ampliación del trabajo por cuenta propia (sector privado), además de eliminar restricciones en beneficio de los más de 600 mil trabajadores que lo integran, el 13 por ciento de las personas ocupadas en el país.
La decisión adoptada eliminó el anterior listado de 127 actividades para su ejercicio por el sector privado, y se aprobaron más de dos mil ocupaciones en las cuales se permite el ejercicio del trabajo por cuenta propia. De acuerdo con el Clasificador Nacional de Actividades Económicas, solo se limitan, total o parcialmente, 124 de ellas.
Según dijo el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, este es un importante paso para el incremento del empleo en el país, medida que se suma a los esfuerzos gubernamentales para incentivar el trabajo con el objetivo de generar más ofertas de bienes y servicios.
Se trata de una reforma para quitarle ataduras a las fuerzas productivas y permitir a los cubanos poner en marcha negocios de perfiles más amplios.
El también titular de Economía y Planificación ha insistido en la necesidad de incentivar la actividad laboral directa a la producción y dentro de ella impulsar la productividad, la única vía de alcanzar la eficiencia económica que demanda el país.
Como resultado de este proceso, en lo que va de año más de 47 mil 908 personas se emplearon, el 63 por ciento en el sector estatal y 37 por ciento en el no estatal, mientras el 17 por ciento lo hizo en cooperativas agropecuarias.
Datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social indican que durante el presente año se prevé ofertar 32 mil nuevas plazas laborales, con la perspectiva de cerrar el año con un nivel de ocupación equivalente a cuatro millones 619 mil 200 trabajadores, de ellos, tres millones 107 mil 500 en el sector estatal y un millón 511 mil 700 en el privado.
agp/acl/crc