Por cuarto año consecutivo el Barómetro anual sobre el teletrabajo, elaborado por la consultora CSA, presentó la evolución de esta modalidad laboral que devino en obligatoria la primavera pasada, durante el primer confinamiento debido a la epidemia del virus SARS-CoV-2.
Desde ese momento, en que el teletrabajo llegó a ser del 100 por cien para todas las tareas que pudieran realizarse de esta forma, la proporción fue disminuyendo a la mitad (52%), en mayo, y al 45 por ciento a finales de diciembre, lo que equivale al 14 por ciento del total de asalariados en Francia y al 31 por ciento de los existentes en el sector privado.
Según el estudio, aunque el número de empleados con dedicación completa o parcial en teletrabajo permaneció relativamente estable (30% en noviembre de 2019), sí que aumentó el promedio del tiempo dedicado pues pasó de 1,6 días por semana a 3,6 días en el mismo periodo.
En relación con la satisfacción hacia esta forma de trabajo, la nota promedio de los empleados continuó siendo alta (7,2 sobre 10) en diciembre de 2020, frente a los 8 puntos registrados un año antes, y mayoritariamente tanto los empleados (56%) como los directivos (52%) consideraron que la semana ideal debería incluir ‘de uno a tres días de teletrabajo’.
Por último una cuarta parte de los trabajadores (26%) declararon un impacto negativo del teletrabajo en su salud física y psicológica, al considerar que ‘se corre el riesgo de un mayor deterioro de la salud física’ al hacer mucho más sedentaria la jornada laboral, señaló el informe.
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