Johana Tablada, subdirectora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en comparecencia radial y televisiva que el llamado Síndrome de La Habana fue utilizado por actores políticos anticubanos en Washington que apostaban por la ruptura de relaciones diplomáticas.
Siempre hubo un componente político en la mentira de los ataques, abundó la diplomática, quien subrayó que la intención era buscar un pretexto falso para justificar medidas de castigo contra la isla.
Entre esas disposiciones enumeró el cierre del consulado de la embajada estadounidense en La Habana, lo cual provocó que los ciudadanos cubanos debieran viajar a terceros países para apostar por una visa a fin de visitar a sus familias en Estados Unidos.
También fueron prohibidos viajes entre ambas naciones y los intercambios universitarios, entre otras decisiones que llevaron casi a cero los nexos bilaterales, apuntó.
La diplomática señaló a Mike Pompeo, primero en su puesto como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y luego como secretario de Estado, como promotor de esas decisiones, bajo el pretexto de la agresión sónica.
También responsabilizó a otros altos funcionarios de la administración del entonces presidente Donald Trump y a congresistas cubanoamericanos que promueven el reforzamiento del bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla caribeña.
Pasaron cuatro años y 240 medidas contra Cuba sin que se demuestre que realmente hubo agresión sónica en La Habana, concluyó Tablada, quien expresó la disposición a resolver las diferencias con Washington sin trampas y con respeto.
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