En un comunicado, esa organización política recordó que en los últimos meses la nación caribeña ha sido objetivo de ataques contra los principios de no intervención, autodeterminación y la soberanía como resultado de ‘la continuada política de agresión’ de Washington hacia La Habana.
Entre esos hechos el PGT señala las provocaciones del mal llamado Movimiento San Isidro y los espectáculos mediáticos en las afueras del Ministerio de Cultura de Cuba por parte de personas con probados vínculos con activistas, medios y agencias financiados por el gobierno estadounidense.
Todo esto, refiere el documento, ocurre en medio de los estragos del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto hace más de seis décadas, política recrudecida durante la administración del exmandatario estadounidense Donald Trump.
El partido de izquierda guatemalteco también destaca la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, decisión unilateral de Washington que califica de farsa y burda mentira por no existir pruebas de implicaciones en ese tipo de acciones.
‘Contrariamente, Cuba no solo mantiene una política de combate al terrorismo y de solidaridad internacionalista con los pueblos, sino que el pueblo, el gobierno y el Estado cubanos han sido víctimas del terrorismo estadounidense en distintas formas y manifestaciones desde el triunfo de la Revolución’, destaca el PGT en el comunicado.
La política exterior de la isla, enfatiza la organización política guatemalteca, se caracteriza por el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, y por su solidaridad para con los más necesitados.
Sobre ese último punto el PGT ejemplifica con la labor de la brigada médica Henry Reeve, con presencia en una treintena de países en combate directo a la Covid-19, también con la creación de vacunas contra esa enfermedad que una vez listas Cuba compartirá con otras naciones.
Sin embargo, acotan, la política de Washington está basada en la agresión contra pueblos como los de Venezuela, Siria, Irán y otros que decidieron soberanamente la ruta económica y política a seguir.
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