El rotativo señala que esto sucede a pesar de las dificultades económicas que enfrenta la nación caribeña debido a ‘décadas de hostilidad por parte de Estados Unidos’, en alusión al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington desde hace casi seis décadas.
El Times refiere los planes del gobierno para cuando culmine el proceso que exigen las autoridades regulatorias, porque si las pruebas tienen éxito, podrían poner a la isla en el camino de inocular a toda su población y comenzar las exportaciones al extranjero a finales de año.
Según la publicación, si el medicamento resulta seguro y eficaz, el gobierno cubano obtendría una importante victoria política y una oportunidad de mejorar la situación económica de un país ‘que durante décadas promocionó su sofisticado sistema de salud como prueba de los beneficios del Socialismo’.
La vacuna que se dirige a una fase final de pruebas se llama Soberana 02, ‘en un guiño al orgullo que siente la isla por su autonomía’, afirma el documento.
The New York Times cita la opinión de Richard Feinberg, experto de la Universidad de California, en el campus de San Diego, quien estima que esto no se trata ‘solo de medicina y humanitarismo; hay un gran beneficio económico si consiguen controlar el virus, y será no solo un ingreso inmediato, sino un impulso a la reputación del sector biotecnológico farmacéutico de la isla’.
Los científicos cubanos dicen que el gobierno probablemente donará algunas dosis a los países pobres, en consonancia con su larga práctica de fortalecer las relaciones internacionales mediante la donación de medicamentos y el envío de médicos para hacer frente a las crisis de salud pública en el extranjero.
El texto, suscrito por Ed Augustin y Natalie Kitroeff, recuerda que la nación antillana comenzó a invertir dinero en biotecnología en la década de los años 80, como parte del impulso del entonces presidente Fidel Castro para hacer que la nación fuera autosuficiente frente al bloqueo estadounidense que dificultaba la obtención de medicamentos de otros países.
Señala además el desarrollo del sector biotecnológico de la isla, el cual fabrica ocho de las 12 inoculaciones que se administran a los niños en la isla y exportan a más de 30 países.
Los científicos cubanos desarrollaron tratamientos innovadores, como una vacuna contra los tumores de cáncer de pulmón, en fase de pruebas en el Roswell Park Comprehensive Cancer Center de Nueva York, recuerda el Times.
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