Esteban Grau, especialista de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, explicó que esa ave originaria de Norteamérica vuela al sur en invierno a la costa del Pacífico mexicano, Centroamérica y golfo de México y, en ocasiones, llega a Cuba.
El grupo de aves voladoras fue detectado en una zona denominada Salinas de Brito, avalada como un santuario de aves migratorias, en la Ciénaga de Zapata, ubicada junto a la costa sur de la occidental provincia de Matanzas y a 180 kilómetros al sureste de La Habana.
Denominada pelecanus erythrorhynchos por la literatura científica, estos animales alcanzan una talla de hasta tres metros de longitud, pueden volar a una altura por encima de los tres mil metros, y anidan por cientos, explicó Grau.
Acorde con el experto, es un ave muy social entre los de su especie, pescan en grupos, pero evaden la presencia humana.
La Ciénaga de Zapata constituye una de las áreas verdes más importantes de Cuba y, por las propias especies de la flora y la fauna que alberga, es una locación ideal para la práctica del ecoturismo y de aventuras de los amantes de la naturaleza y la vida silvestre.
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