El joven investigador precisó que hablaba a título personal, como científico, y no a nombre de alguna organización como el Instituto Finlay de Vacunas de La Habana con el cual colabora desde 2014.
Comparada con otros países de su área geográfica, Cuba ha combatido muy bien la pandemia con un sistema sanitario totalmente público, como públicos son los cuatro candidatos vacunales que desarrolla actualmente, expresó.
Tras señalar que la nación caribeña trabaja en 869 proyectos científicos contra el virus SARS-CoV-2, destacó la existencia allá de una medicina de base de alto nivel, con ‘muchísimos médicos de familia que van casa por casa haciendo un rastreo muy severo para dar seguimiento al virus, lo cual han logrado’.
Además, dijo, los pacientes en terapia intensiva son tratados con anticuerpos monoclonales, diferentes formulaciones de interferón recombinante y péptidos inmunomoduladores únicos en Cuba.
Por tanto, la excelencia de la medicina y la biotecnología públicas cubanas se han hecho notar en un país pobre y bloqueado durante muchísimos años, subrayó Chiodo, quien ofreció detalles sobre los proyectos de vacunas de la isla, especialmente la Soberana 02, la cual entrará en fase tres de experimentación el primero de marzo.
En ese sentido, explicó que una vez concluida esa etapa se podrá comprobar su eficacia, aunque aclaró son vacunas desarrolladas en plataformas usadas por Cuba desde hace 15 años en pediatría con el único cambio de un ingrediente, por lo cual se puede afirmar que son muy seguras.
En respuesta a otra pregunta, apuntó que, desde el punto de vista biofarmacéutico, Cuba posee un sistema socialista y solidario por lo cual, con mucha probabilidad, será capaz de ayudar con sus vacunas a los países en vías de desarrollo que las necesiten
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