Al comparecer en el programa radio televisivo Mesa Redonda, opinaron que el proceso revolucionario cubano actual es heredero de aquella gesta y está impregnado de la ética y la moral de sus principales protagonistas.
El panel analizó el proceso conocido como Guerra del 95 o Necesaria, organizado por José Martí, y que bajo el grito Independencia o Muerte representó para Cuba el camino para lograr la liberación definitiva de la metrópoli española.
Un ideal de vida digna que, según los participantes, solo alcanzaría su culminación exitosa el 1 de enero de 1959, con el triunfo de la Revolución, y se expresa en la consigna Patria o Muerte.
De acuerdo con el miembro de la Academia de Historia de Cuba Elier Ramírez, cuando se trata de tergiversar ese grito, ‘que es de vida digna, justicia y patriotismo’, se ataca la cultura combativa desarrollada por el pueblo cubano en sus luchas por la independencia y soberanía, frente a las amenazas de un poderoso enemigo al norte.
Martí cayó luchando contra el colonialismo español y por la independencia de la patria, pero también contra el interés expansionista de Estados Unidos sobre América Latina, recordó.
Para el profesor de la Universidad de La Habana (UH) Luis Fidel Acosta, las contiendas cubanas por la emancipación brindan lecciones sobre la necesidad de la unidad para consolidar el proceso revolucionario, de sobreponerse a las adversidades y de buscar permanentemente la independencia.
Por su parte, Fabio Fernández, jefe del departamento de Historia de Cuba de la UH, señaló que la nación se enfrenta hoy al imperialismo y vive el acoso de un entramado contrarrevolucionario que, desde Estados Unidos, aspira a apropiarse del discurso público y ganar las calles.
Frente a estos desafíos tenemos que aprender de la historia para no errar en la batalla, aseveró.
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