Al intervenir en un diálogo interactivo sobre el país centroamericano, el embajador cubano advirtió que el foro es resultado de una resolución políticamente motivada, que no cuenta con el consentimiento ni el apoyo de la nación concernida.
Rechazamos la política injerencista e intervencionista promovida contra la soberanía, la libre determinación y el orden constitucional de la hermana Nicaragua, subrayó en el evento enmarcado en la sesión 46 del Consejo, convocada del 22 de febrero al 23 de marzo.
Quintanilla insistió en la necesidad de que prevalezca el diálogo constructivo y respetuoso, así como una cooperación genuina en la esfera de los derechos humanos.
En ese sentido, ratificó el apoyo irrestricto de Cuba al gobierno y al pueblo nicaragüenses en su firme decisión de preservar la paz y los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad nacional alcanzados.
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó su informe sobre la situación en Nicaragua entre agosto de 2019 y diciembre del año pasado, en el cual mencionó un supuesto deterioro del Estado de Derecho.
Asimismo, lanzó la acusación de que leyes de reciente adopción son contrarias a la libertad de asociación, expresión, participación política y garantías al libre proceso.
El embajador de Cuba afirmó en su intervención por videoconferencia que el tema dos de la agenda del Consejo de Derechos Humanos, reservado para los informes anuales del Alto Comisionado y otras autoridades, no debe utilizarse para intentar singularizar a países y avanzar objetivos ajenos a las labores del órgano.
La cooperación de los mecanismos de derechos humanos y la Oficina del Alto Comisionado con los Estados, se realiza a solicitud de los mismos y estos pueden darla por terminada cuando estimen pertinente, manifestó.
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