Así lo comentó en diálogo con Prensa Latina la encargada de las labores de mercadeo y negocios, Maritza del Carmen González, quien a la vez produce en una manzana y media la variedad Parainema, un grano muy bien cotizado.
La cooperativa Tonanzintlalli (Madrecita Tierra en lengua Matagalpa) formada en 2016 por 21 mujeres indígenas matagalpinas producen el grano rojo en parcelas de una manzana (0.7 hectárea) y manzana y media, precisó Centeno.
El colectivo realiza todo el proceso desde la plantación de los arbusto hasta su comercialización, para la cual la organización tiene registrada su propia marca Café D’Yasica desde 2017.
La zona de cultivo está ubicada en un media de mil 200 metros de altura y en la cosecha no usan agroquímicos ni deforestan el bosque, solo regulan la sombra, por lo cual los costos son mayores, especificó la productora.
Ya para 2018 lograron insertar su producto en un nicho de mercado turístico, pero el daño causado a la industria del ocio en Nicaragua por el intento de golpe de Estado en abril de ese año, les hizo perder lo ganado en ese terreno.
En 2019 mediante alianzas con organizaciones de mujeres fuera del país consiguieron recolocar sus ventas (lotes de 10, 15 o 20 kilos) en Alemania, Estados Unidos, Francia y Puerto Rico.
Pero con el inicio de la pandemia en 2020 y el cierre del correo internacional nuevamente debieron explorar posibilidades de mercado hasta dar con un nicho de consumidores nacionales de poder adquisitivo medio-alto, en el cual incursionan en la actualidad mediante ventas directas a través de Correos de Nicaragua.
Luego de un proceso de prueba-error a través de catas la organización productiva logró definir una mezcla compuesta por las dos variedades que cultivan, Catimor y Parainema, que en noviembre último se hizo acreedora de un premio en un concurso de Agregación de valor con identidad, refirió Centeno.
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