Las posiciones destruidas se usaban como puntos de partida para atacar los convoyes militares, los autobuses de pasajeros y las comunidades apartadas en el desierto, dijo el mayor general Nizar Khuder, comandante de la 17 División de Infantería.
Según el oficial, se incautaron en los escondites terroristas armas, municiones, aparatos de telecomunicación, paneles solares, medicamentos y alimentos.
Hemos decomisado documentos de identidad de los radicales y mapas de su despliegue, y también documentos de identidad de los soldados y combatientes sirios que cayeron durante ataques terroristas, dijo el comandante.
Asimismo, reveló que el 90 por ciento de Al-Badieh ha quedado limpia del Daesh y que los regulares continúan los operativos de peinado hasta cumplir su misión de erradicar el terrorismo en esa zona.
La ofensiva del ejército sirio y sus aliados se lleva a cabo con apoyo aéreo ruso y comenzó tras el aumento de los ataques contra blancos civiles y militares en los últimos meses.
El gobierno denunció que los atacantes procedían de la ilegal base estadounidense de Tanef, en el este de Siria, adonde Washington trasladó en helicópteros a decenas de extremistas del Daesh para utilizarlos nuevamente contra el Ejército sirio.
Asimismo, hizo públicas las confesiones de terroristas capturados, en las cuales confirmaron que los recientes ataques en el desierto son planificados y facilitados por Estados Unidos, que le ofrece apoyo con armas e información de inteligencia con el fin de prolongar la guerra en esta nación del Levante.
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