Se beneficiaron de la ayuda también unas dos mil 870 familias desplazadas que residen en los centros de alojamiento, declaró Ali Mansour, jefe provincial de esa organización.
La carga, según aclara Mansour, incluye arroz, trigo, lenteja, garbanzos, aceite, ropas, mantas y calzado, y su objetivo es aliviar el sufrimiento de las familias que enfrentan difícil situación económica.
Con casi diez años de terrorismo, guerra impuesta y bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y sus aliados en Occidente y la región, el pueblo sirio enfrenta una difícil situación humanitaria.
En ese entorno, cientos de miles de familias reciben ayuda alimentaria ofrecida y distribuida por organizaciones internacionales en coordinación con el gobierno.
La nación árabe insistió en varias ocasiones ante las Naciones Unidas, en la necesidad de no politizar el tema de ayuda humanitaria y que se entregue a quienes las necesiten en coordinación con las instituciones sirias.
Damasco y Moscú denunciaron en un comunicado conjunto la víspera, que Washington acapara la ayuda de las Naciones Unidas en las zonas ocupada en Siria para su entrega a grupos extremistas que operan bajo su mando.
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