Los próximos graduados integran los 301 que actualmente se preparan en esta nación como parte del programa de 100 becas anuales otorgadas por el Gobierno ruso a la isla caribeña, aseguró el diplomático en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.
Explicó que el acuerdo intergubernamental, firmado en 2011, facilitó estas becas ‘en condiciones muy ventajosas’, para la formación en los diferentes niveles de la enseñanza superior, tanto en pregrado como postgrado (maestrías y doctorados).
Destacó que el programa, rectorado por el Ministerio de Educación Superior de Cuba, comenzó a ejecutarse ese mismo año y ‘desde entonces ha permitido que alrededor de 600 cubanos, la mayoría jóvenes, vengan a Rusia a prepararse’.
Cobreiro subrayó que las prioridades para la selección de los estudiantes están vinculadas con las especialidades que responden al desarrollo de sectores estratégicos de Cuba, tanto en la esfera económica como industrial.
Señaló que entre ellos están la producción de alimentos, el turismo, la industria biotecnológica y farmacéutica, el sector electroenergético (petróleo, gas, minas, generación de electricidad), el transporte y la construcción.
‘No se descuidaron las Ciencias Sociales, de ahí que, aunque pequeña, una parte de los becarios se dedican a estos estudios y a los de la lengua rusa. Es necesario contar con profesionales que conozcan el idioma y la cultura de este país’, apuntó.
Cobreiro explicó que la compleja situación epidemiológica de 2020 por la Covid-19 no detuvo el programa de formación de los cubanos seleccionados que debían llegar a Rusia en septiembre del pasado año.
Por lo que se organizaron estudios de idioma ruso a través de facultades preparatorias a distancia, con el apoyo de las 12 universidades rusas que debían acoger a los estudiantes y del Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Rusia.
Dijo que a pesar de los obstáculos tecnológicos, esta iniciativa, más la tenacidad y los resultados obtenidos en los cursos por los estudiantes, permitieron que el pasado 23 de enero arribaran a Moscú 65 becarios, que ya se preparan en las respectivas universidades.
‘Cada año se recogen los frutos del trabajo de formación que han desarrollado las universidades rusas. Una parte importante de los graduados cuando regresan a Cuba ocupan puestos de más responsabilidad o complejidad tecnológica’, significó.
Como otro ejemplo de la colaboración, Cobreiro llamó la atención sobre los encuentros de rectores de universidades rusas y cubanas que se realizan desde hace varios años.
‘Las sedes se alternan, en 2020 fue en La Habana y a la reunión se incorporaron representantes de instituciones científicas rusas y cubanas, o sea, se traspasó el marco de los centros universitarios, lo que es una muestra del avance de la cooperación’, argumentó.
Cobreiro recordó que los vínculos académicos entre ambos países son de larga data. ‘Existió una cooperación amplia, durante tres décadas, en todos los sectores de la sociedad y la economía cubana con la entonces Unión Soviética’, comentó.
‘En Rusia se prepararon más de 20 mil cubanos, mayormente en cursos de nivel superior y de postgrados, aunque también los hubo que pasaron cursos técnicos-profesionales’, aclaró.
Consideró que esa cantidad de profesionales, ‘bien formados aquí, fue determinante para que el país avanzara en lo adelante’, manifestó el diplomático cubano.
Reconoció que ese nivel ‘que tenían y tienen muchos de los profesores universitarios nuestros, lo alcanzaron aquí. Y eso permitió que las universidades cubanas se desarrollaran’.
Advirtió que también gracias a esos profesionales formados en la Unión Soviética y en otros países del campo socialista, se pudieron crear universidades y centros de investigaciones a todo lo largo y ancho del país.
‘Ese potencial nos ha permitido contar con capacidades autóctonas para desarrollar nuestras ciencias y nuestras innovaciones, a pesar de todas las adversidades’, concluyó.
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