El intelectual afirmó que la segunda Universidad fundada en Cuba, con casi 75 años, se nutre del paradigma de sus creadores y de la trayectoria revolucionaria que acunó en sus predios.
Enfatizó Pérez Concepción en el imperativo de trasmitir a los más jóvenes ese legado de compromiso, identidad y orgullo, sedimentado en alumnos como la heroína Vilma Espín, los mártires Frank País y Pepito Tey, entre otros muchos que se rebelaron desde sus aulas.
Al conocerse la notable categoría que convierte al alma mater oriental en la tercera que la alcanza, tras la de La Habana y la Central de Villa Clara, el estudioso valoró la trascendencia de los nueve inmuebles y espacios abiertos fundacionales cuyos valores son icónicos en el país.
Considerado como el Historiador de la casa de altos estudios, sus aportes comenzaron desde que regresó en 1963 desde Estados Unidos, donde se graduó en la Duke University, de Carolina del Norte, lo cual sedimentó sus amplios conocimientos sobre la historia y la cultura de esa nación.
Sus investigaciones científicas han arrojado luces acerca de la vida y obra de José Martí, sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el devenir de los pueblos del Caribe, con significativas contribuciones en maestrías y doctorados acerca de esos temas.
Respetado, admirado y querido entre la comunidad universitaria y la sociedad en Santiago de Cuba, el profesor recibió en febrero del 2018 el Premio Nacional de Historia, en reconocimiento a una vida entregada al enaltecimiento de los cubanos.
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