En declaraciones a Prensa Latina, organizaciones como France Cuba, Cuba Linda y Montpellier Cuba Solidarité expresaron su rechazo a la ley que cumple este viernes 25 años de firmada, y cuenta con carriles para escalar en el intento de asfixiar al país caribeño, como una vía para destruir a la Revolución e imponer un cambio de régimen.
Su carácter es genocida y encierra mucha injusticia, al irrespetar los derechos humanos y la soberanía de los pueblos, advirtió el presidente de France Cuba, Didier Philippe.
De acuerdo con Philippe, la ley Helms-Burton representa el propósito de Washington de ejercer una hegemonía mundial basada en su poderío económico y militar, postura que consideró inaceptable.
El 12 de marzo de 1996, el entonces presidente estadounidense, William Clinton, puso en vigor la polémica iniciativa, cuyo título III activó en mayo de 2019 Donald Trump para recrudecer el bloqueo, en particular la persecución a las compañías con inversiones en la isla y las amenazas a las interesadas en hacerlo.
Se trata de una de las principales armas del imperialismo contra la autodeterminación de los pueblos, y por supuesto contra Cuba, subrayó la asociación Cuba Linda.
La organización contrastó la hostilidad de Estados Unidos y el espíritu agresivo de la ley Helms-Burton con la solidaridad internacionalista de la mayor de las Antillas.
Asimismo, insistió en condenar el arsenal jurídico extraterritorial creado por la Casa Blanca para atacar a la isla y a los que en el mundo no se subordinan a sus intereses.
Exigimos una vez más el levantamiento inmediato y definitivo del bloqueo genocida, instamos a la ONU a sancionar a los países que adopten tales medidas beligerantes y criminales, y pedimos al Parlamento Europeo aplicar su reglamento para impedir las acciones estadounidenses contra empresas y bancos europeos, señaló.
También Montpellier Cuba Solidarité, en voz de su presidente, Jean-Michel Gramond, manifestó repudio al cerco de Washington y a la Ley Helms-Burton que lo codifica.
Estamos escandalizados y molestos, y en línea con la posición de otras asociaciones francesas de solidaridad rechazamos esta política, la cual impide la llegada de medicamentos a Cuba o la adquisición de productos importantes para su desarrollo, agregó.
mem/wmr