Así lo muestra una evaluación sobre los dos meses y medio de implementación de esa transformación en la vida económica y social de la isla, que implicó quitar la dualidad monetaria y cambiaria, establecer una sola tasa de cambio de 24 pesos por un dólar, aplicar una reforma general de salarios y eliminar gratuidades indebidas y subsidios excesivos.
La ministra de Finanzas y Precios Meisi Bolaños considera que se trata de un proceso amplio y complejo, una transformación económica que implica, incluso, cambios de mentalidad. Subrayó que sin dejar de respetar los efectos de una categoría económica relativa a los precios y sus efectos, el Gobierno realiza correcciones determinadas, tomando en cuenta la opinión del pueblo.
En tal sentido precisó que en esta etapa de ajuste se modificará todo cuanto sea posible y en respuesta a las demandas y criterios de los trabajadores, pensionados y población en general serán adoptadas las acciones que correspondan.
‘Una de las medidas que en este año debe tener un diseño y una propuesta concreta es ir transitando hacia la eliminación de los subsidios a los productos para subsidiar por la vía de la asistencia social y de las prestaciones sociales a las personas’, afirmó.
Por su parte, el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo, significó que el propósito más importante del ordenamiento monetario es una corrección del precio relativo a los productos buscando que la economía reaccione.
También destacó las difíciles condiciones económicas que acompañan este proceso por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos y el impacto de la pandemia de la Covid-19.
Murillo enfatizó que ‘se sigue revisando todo, escuchando todas las opiniones y estudiándolas con responsabilidad’, porque el principal objetivo del ordenamiento monetario es que trabajadores y beneficiados de la asistencia social tengan mejores condiciones vida y bienestar.
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