A partir del próximo día 17 y desde la inauguración desde la emblemática Casa de la Trova, en pleno corazón de la ciudad, comenzarán los conciertos mediante las plataformas de Internet, que dedicarán los homenajes al músico Alejandro Almenares y otros reconocidos intérpretes.
El espacio teórico Lino Betancourt In Memoriam tendrá disertaciones acerca de ese género musical nacido en esta urbe y al cual el periodista y musicólogo dedicó una buena parte de su existencia.
Al finalizar el día 19, el Festival rendirá tributo en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia a José (Pepe) Sánchez, el creador del primer bolero y padre de la canción trovadoresca, en el Sendero que abriga a emblemáticos creadores del más tradicional pentagrama cubano.
Con casi 60 ediciones y remontando ciclones y terremotos, incluida la actual pandemia, el evento retomará certezas expresadas por Betancourt, quien en sus 80 años fue una presencia permanente, acerca de que la trova es una sola, aunque se le llame vieja, nueva o novísima.
Entre sus reflexiones valen aquellas que apuntaban a los estados de ánimo como razones fundamentales de la inspiración de esos juglares, desde tiempos remotos hasta la actualidad, sea cual sea la edad.
Desde tan temprano como el siglo IX, apuntó, las motivaciones fueron el amor o el desamor, la naturaleza, los héroes, pasadas por el tamiz de las circunstancias y las vivencias de cada creador.
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