Al cabo de cinco días de iniciarse esas pruebas contra la Covid-19 en el municipio cabecera, que involucrará a 30 mil voluntarios, la respuesta de los santiagueros es muy positiva, de mucho orgullo, voluntariedad y compromiso, aseguró la máxima autoridad gubernamental del territorio.
Afirmó que algunas personas acudieron a los sitios clínicos y de vacunación aún sin ser convocadas, por si fuera necesario, lo cual demuestra la disposición para tomar parte en una experiencia que consideró histórica.
Dijo Johnson que Santiago de Cuba necesita esta vacuna, al igual que el resto del país, pero con la circunstancia adversa de la inestabilidad en el comportamiento epidemiológico que en los últimos días fue de altas cifras de contagiados con el SARS-CoV2, causante de la enfermedad.
Se refirió también al necesario ajuste organizativo ante la notable cifra de participantes, tanto de personas que recibirán la inyección de antígenos como del personal médico responsable, lo cual plantea retos en áreas muy populosas como las del distrito urbano José Martí.
La gobernadora enfatizó en que hasta ahora no conoce ninguna situación de efectos adversos entre los inoculados, con reportes que solo aluden a ligeras molestias en la zona de introducción en el brazo.
Las dos primeras fases del ensayo vacunal trascurrieron en esta ciudad desde los primeros días de diciembre del 2020, con epicentro en el Hospital provincial Saturnino Lora y la cantidad de 132 y 660 individuos, de 19 a 54 años y de 19 a 80 años, respectivamente.
Los resultados satisfactorios de esas etapas fueron reconocidos por la autoridades del Ministerio de Salud Pública y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, creador del preparado, que decidieron ampliar este paso experimental a las ciudades orientales de Bayamo y Guantánamo.
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