La agrupación presidida por Olga Lidia Priel, cubana residente en la ciudad de Jesi, transmitió por redes sociales un audiovisual en el cual hombres y mujeres de diferentes sectores sumaron sus voces a la caravana mundial de esta jornada para demandar el cese del cerco de Washington contra la nación caribeña.
Desde la región de Véneto, intervino Ornella Affabris quien a partir de documentos desclasificados del gobierno estadounidense reflexionó sobre los orígenes, naturaleza, extraterritorialidad y carácter genocida del bloqueo.
En igual sentido, se pronunciaron la escritora Maddalena Celano, de Convergencia Socialista, y Manuel Santoro, secretario general de esa organización, así como Sara Sáez, de Asociación Cuba Nordeste y su compatriota Niurka Bertha Pico, residente en Milán.
A nombre del círculo de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba en la ciudad de Senigallia habló Giuseppe Polinori, quien destacó la calidad y eficacia del sistema cubano de salud, universal y gratuito, basado en la prevención mediante la territorialidad y capilaridad de la medicina comunitaria y familiar.
Tras señalar que Cuba demuestra cómo sólo a través de un esfuerzo global podrá ser derrotada la pandemia de Covid-19, Polinori agradeció la ayuda prestada a Italia por colaboradores de la salud de la isla y destacó que ‘el imperialismo estadounidense no tolera un país que construye puentes y no envía armas sino médicos’.
Nosotros los cubanos residentes en Italia, desde nuestros balcones, apoyamos la iniciativa de Europa por Cuba contra el bloqueo y pienso que desde el fondo de nuestros corazones la palabra de orden debe ser áSí por Cuba, No al bloqueo!, expresó Rebeca Rangel, de Proyecto Latino.
Con igual patriotismo lo hicieron otros cubanos como Juan Bautista, Rosa Lidia Terry, además de Waldo Regüeiferos y Yulier Canuto, desde Santiago de Cuba, apoyados por los italianos Moreno, Lucrecia, Walter, Annamaria y Roberto, de Cuba Insieme, y Sergio Ruggeri y Rossana Montechiani, del Partido de la Refundación Comunista.
Las severas restricciones a la movilidad y reuniones sociales vigentes en Italia para contener la pandemia impidieron la realización de actividades masivas en espacios abiertos, a pesar de lo cual varias organizaciones desarrollan iniciativas adecuadas a las circunstancias en diferentes ciudades del país.
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