Así lo dijo en alocución televisada, tras consultas con el Consejo Nacional de Comando del Coronavirus.
El Gobierno decidió, entre otras acciones para prevenir un nuevo brote de infecciones por el SARS-CoV-2, prohibir la venta de bebidas alcohólicas desde el viernes de pascua hasta el lunes siguiente.
Mientras, el toque de queda nocturno permanece igual que hasta ahora: desde la medianoche hasta las 04:00 hora local.
En estos momentos, reveló el Presidente, el número de nuevos casos de Covid-19 en Sudáfrica se mantiene relativamente estable, en alrededor de mil 200 nuevos casos por día.
Asimismo, se ha constatado una disminución en la cifra de hospitalizaciones y muertes, con una tasa de recuperación algo superior al 95 por ciento.
Todo ello, afirmó, se ha logrado gracias a los esfuerzos colectivos de los sudafricanos que han cumplido con las restricciones, vigentes desde marzo del año, pasado para proteger vidas.
Sin embargo, dijo, si bien la tasa de transmisión permanece estable, no podemos bajar la guardia. Este es un momento en el que se necesita más precaución que nunca, insistió.
Actualmente, añadió Ramaphosa, el programa de vacunación del país gana impulso, con 50 mil trabajadores de la salud ya inoculados con la vacuna Johnson & Johnson.
Sudáfrica, en un esfuerzo por inmunizar al 67 por ciento de su población para ganar protección de grupo, reveló, ha asegurado 11 millones de dosis de la Johnson & Johnson, y se encuentra en conversaciones con esa empresa para adquirir 20 millones más.
También el gobierno está finalizando un acuerdo para 20 millones de dosis de la vacuna Pfizer, que requiere dos inoculaciones.
Estas vacunas, de conjunto, sostuvo, bastan para vacunar a 41 millones de personas.
Adicionalmente, el Gobierno está inmerso en diversas etapas de negociaciones con los fabricantes de otros inmunizantes como Sinovac, Sinopharm y la rusa Sputnik V.
Para mediados del venidero mes de mayo, afirmó el Presidente, está previsto que comience la fase dos de vacunación nacional, priorizando, según lo planificado, a personas de alto riesgo entre la población general.
La segunda fase acotó, tiene como objetivo asegurar la protección de las comunidades, evitar que los servicios de salud se vean abrumados por el número de enfermos, y reducir la necesidad de confinamientos ‘que perturban seriamente la educación, la economía y cada una de nuestras vidas’.
Pero, independientemente de las acciones de inmunización, recomendó Ramaphosa, se deben seguir usando los nasobucos, observando el distanciamiento social, e higienizándose las manos, para frenar la propagación de la Covid-19.
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