Según el reporte publicado este miércoles por la Comisión Independiente sobre Raza y Desigualdades Étnicas, la mayoría de las disparidades que muchos atribuyen a la discriminación racial no suelen tener su origen en el racismo.
La investigación, encargada por el primer ministro Boris Johnson a raíz de las protestas que protagonizó el verano pasado el movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa), también concluyó que a pesar de que la sociedad todavía no está libre de racismo, Reino Unido consiguió construir una sociedad multiétnica de referencia mundial.
Para ponerlo de forma sencilla, ya no vemos una Gran Bretaña donde el sistema actúa de forma deliberada contra las minorías étnicas, aseveró la comisión.
El informe de 264 páginas recibió, sin embargo, una ola de críticas de parte de activistas de los derechos civiles y de legisladores del opositor Partido Laborista, quienes coincidieron en descalificarlo.
A nivel institucional, todavía somos racistas y el hecho de que una comisión designada por el Gobierno lo niegue es muy, pero muy preocupante, afirmó Halima Begum, directora ejecutiva de Runnymede Trust, un tanque pensante sobre la igualdad racial.
En declaraciones a la televisora Sky News, Begum apuntó que lo menos que pudieron hacer los investigadores fue reconocer el sufrimiento de las comunidades negras y de otras minorías raciales en Reino Unido.
El legislador laborista David Lammy, quien en 2017 estudió las disparidades raciales en el sistema de justicia criminal sin que hasta ahora sus recomendaciones hayan sido tenidas en cuenta, lo calificó de insulto para todos los que han experimentado el racismo en el país.
El informe pudo ser un punto de inflexión y un momento para unirnos, pero en lugar de eso, se optó por dividirnos una vez más y mantenernos debatiendo sobre la existencia del racismo, sin hacer nada para erradicarlo, afirmó el también secretario de Justicia en el llamado gabinete a la sombra (opositor).
La correligionaria de Lammy en el parlamento británico Lisa Nandy se declaró decepcionada, y acusó al Gobierno conservador de pretender minimizar la naturaleza estructural del racismo.
Es muy decepcionante, pues por un lado parece reconocer la existencia de problemas enormes que afectan a los negros y otras minorías étnicas todos los días, y por buscar restar importancia al carácter estructural de esos retos, aseguró la diputada.
Johnson, por su parte, celebró en un breve comunicado la publicación del informe, y se comprometió a valorar la implementación de las 24 recomendaciones que contiene el documento.
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