En la actividad participaron la jefa de la misión diplomática cubana en este país, Natacha Díaz, funcionarios de la embajada, miembros de la Asociación ucraniana de solidaridad con la isla ‘Niños de Tarará’ y por videoconferencia el doctor Julio Medina, exdirector del hospital Tarará Ucrania, de La Habana.
El momento fue propicio para recordar la iniciativa del comandante Fidel Castro, quien incentivó el viaje a Cuba de niños y adolescentes de la entonces Unión Soviética, afectados por la tragedia nuclear de Chernóbil.
Durante el homenaje, los jóvenes ucranianos que hace tres décadas viajaron a Cuba para recibir atención médica, conversaron con Medina sobre los momentos de su estancia en la isla y enviaron saludos a todos los trabajadores del programa.
Los participantes en el encuentro reiteraron su agradecimiento a Cuba, a Fidel Castro, al pueblo cubano, y a todos los que contribuyeron en su recuperación y posterior rehabilitación.
En el evento se presentó el documental Sacha, un niño de Chernóbil, de los realizadores Maribel Puerto y Roberto Chile, el cual refleja la historia de uno de los niños que fue salvado en Cuba y las experiencias de médicos y trabajadores que participaron en ese empeño.
El programa cubano Niños de Chernóbil comenzó el 29 de marzo de 1990, con el arribo a Cuba de los primeros 139 niños con patologías onco-hematológicas, que fueron atendidos inicialmente en el Instituto de Hematología de La Habana y en el servicio de Oncología infantil del Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez.
Como parte del programa recibieron atención en la isla unos 26 mil niños procedentes de Rusia, Belarús y Ucrania.
Según la embajada de La Habana en Kiev, la iniciativa cubana para ayudar a las víctimas de Chernóbil marcó de manera significativa la historia de amistad entre los pueblos de Cuba y Ucrania.
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