Según detalló este lunes el comandante Darrin Jones en un comunicado, los disturbios de la víspera se localizaron en la zona de Waterside, en Derry/Londonderry, donde los manifestantes unionistas también levantaron barricadas en las calles y luego les prendieron fuego para obstaculizar el tráfico vehicular.
A diferencia de lo sucedido en los dos días anteriores, cuando al menos 27 uniformados resultaron heridos, ninguno de los agentes que participó en las operaciones de la víspera resultó lesionado, aseguró Jones.
El superintendente de Policía instó, sin embargo, a los líderes de la comunidad a utilizar sus influencias para evitar la violencia en las calles y garantizar, dijo, que los jóvenes no se vean atrapados en hechos criminales.
Los ánimos en Irlanda del Norte, donde los acuerdos de paz de 1998 pusieron fin a una cruenta guerra civil entre unionistas y republicanos, volvieron a caldearse desde la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE) a finales del año pasado.
La manzana de la discordia es el llamado protocolo norirlandés, acordado por Londres y la UE para evitar el establecimiento de una frontera física entre ambas Irlandas, pero que establece controles aduanales para las mercancías que viajan entre Gran Bretaña y la parte de la isla perteneciente al Reino Unido.
Para los unionistas, esas medidas crean barreras entre Irlanda del Norte y el resto de la nación británica, y exigen su derogación.
La decisión de la Policía local de no procesar a 24 políticos republicanos del partido Sinn Féin, entre ellos a la viceprimera ministra del Gobierno semiautónomo, Michelle O’Neill, por saltarse las restricciones de la Covid-19 y asistir a un funeral la semana pasada, también contribuyó a exaltar los ánimos de los unionistas.
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