Con la llegada de la pandemia y el desarrollo de cinco candidatos antiCovid-19, el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (Cencec) reacomodó su estructura para cubrir muestreos asociados a esos proyectos y continuar los exámenes sobre el cáncer, explicó al diario Granma la directora de esa entidad, Amaylid Arteaga.
Desde 1990 Cuba comenzó a trabajar en CIMAvax EGF, una vacuna terapéutica hecha por el Centro de Inmunología Molecular (CIM) para el cáncer de pulmón avanzado.
Su objetivo es detener el crecimiento de la enfermedad y evitar que reincida en pacientes con cáncer pulmonar de células no pequeñas.
En 2020 el Instituto Roswell Park de Estados Unidos y el grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas de Cuba (BiocubaFarma) presentaron resultados prometedores del ensayo clínico CIMAvax, en el Congreso de la Asociación para la Investigación del Cáncer de ese país norteño.
Cuenta en la lista también, Vaxira, un anticuerpo monoclonal hecho también en el CIM y junto a CIMAvax EGF, ofrecen la posibilidad de convertir el cáncer de pulmón avanzado en una enfermedad crónica controlable.
Ambos generan anticuerpos contra las proteínas desencadenantes del descontrol en los procesos de proliferación celular y están indicados para pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia y están considerados terminales sin alternativa terapéutica.
Los dos ayudan a controlar el crecimiento del tumor sin toxicidad asociada y aumenta la expectativa y calidad de vida de los enfermos con estos tumores.
Otro de los productos cubanos es Savax, desarrollada por Investigadores cubanos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), contra tumores de ovarios y hepáticos.
A ella se suma HeberProvac, única vacuna producida hasta el momento en el país por el CIGB en Camagüey, para tratar el cáncer de próstata avanzado.
Por otro lado, está el Heberferon, obtenida por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología luego de décadas de investigaciones y ensayos clínicos. Único en el mundo y también empleado en la actualidad en el protocolo de actuación contra la Covid-19, combina el Interferón Alfa 2b Humano el Gamma, y se ha usado en el tratamiento del cáncer de piel en células basales, sobre todo en pacientes avanzados y aquellos de alto riesgo de recurrir en la enfermedad.
El doctor Irlado Bello, líder de ese proyecto en el CIGB, comentó que, durante su utilización en la actual pandemia, mostró una notable efectividad para negativizar el SARS-CoV-2 a pocos días de administrar la primera dosis, incluso en aquellos con persistencia viral a los 15 días.
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